TEHUANTEPEC, OAXACA. 10/ 04/ 2016.- Sus muros semidestruídos y caminos irregulares hablan de lo que fue la antigua fortaleza zapoteca. Nada es como antes, todo yace en el olvido.
Guiengola es uno de los sitios antiguos que cuentan la historia zapoteca en la región, sin embargo, la recuperación el conjunto arquitectónico no ha sido considerada en los programas de gobierno y a la fecha, no existe compromiso alguno por rescatar este espacio.
Según explica Jorge Rodríguez, estudioso de la cultura de Tehuantepec, hay evidencias arqueológicas que se remontan a unos dos mil 500 años de la existencia de Guiengola.
La edificación antigua fue un sitio para resguardar a los zapotecas de los ataques de grupos hostiles. La construcción se encuentra abandonada a raíz de la conquista española. El núcleo central está construido por dos plazas, una más hundida que la otra, con dos pirámides, una al occidente, otra al oriente, un juego de pelota y una residencia tipo palacio, expresó.
Al llegar a las ruinas, uno observa un basamento destruido, como si fuera cualquier piedra y no una que predominó varios siglos hasta nuestros tiempos.
La escasa visión para conservar esta arqueología milenaria, una de las más importantes de la región del Istmo, yace en el olvido.
A pesar de haber un programa cultural que promueve su conservación, pues las visitas guiadas a la ruinas de Guiengola, por parte de la regiduría de Turismo, propició el saqueo y la destrucción de los espacios, sigue sorprendiendo a los visitantes cuando acuden a las ruinas, una cultura que se niega a morir.
