Alfonso Tapia Barrita
SALINA CRUZ, Oaxaca.- Pese a la contaminación que genera la refinería Ing. Antonio Dovalí Jaime a la atmósfera, suelo y cuerpos de agua, pescadores artesanales y ribereños continúan llevando a cabo sus actividades de captura y comercialización de especies acuáticas en la laguna y bahía de Boca del Río y Ensenada La Ventosa para satisfacer sus necesidades de autoconsumo, principalmente.
El hecho de que rebose de agua la laguna por las últimas lluvias implica la presencia de pescados y mariscos, y esto tanto los pescadores ikoots, boqueños, ventoseños y salinacrúcences aprovechan para hacerse de algunas piezas, aun y cuando también saben que la laguna y bahía están contaminados por la actividad de refinación de Pemex, los desechos terminan en estos cuerpos de agua sin mayor tratamiento.
"La necesidad obliga al pescador a acudir a la laguna, a la bahía en busca de peces, camarones o chacales", dijo Alfredo Ruiz, vecino de Ensenada la Ventosa.
"No nos queda de otra que salir al quite, qué le vamos a hacer, la pesca es la única actividad que conocemos, a nuestra edad ya no es posible poner en práctica algún otro trabajo que no sea atender a los clientes en las palapas de nuestros familiares"expusó.
Por su parte, Jesús Vicente, representante de una organización social, señaló que aunque Pemex contribuyó hace algunas semanas con recursos o apoyos para los vecinos de Ensenada La Ventosa y servicio médico, esto no resuelve el tema de la contaminación, está sigue allí, está presente y si no se plantea otra opción en nada ayuda la entrega de dinero a los pobladores, opinó.
