Ferrocarrileros, ¡sin poder contener el llanto!

SALINA CRUZ, Oaxaca.- Y el júbilo estalló. El hecho lo ameritaba. Histórico, el adjetivo que mayormente recibió. Casi tres décadas después se vio al ferrocarril surcar al Istmo, desde Salina Cruz hasta Coatzacoalcos. Tal como en aquel lejano 23 de diciembre de 2018, a tan solo 23 días de asumir el Gobierno de México, lo anunció aquí el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los recuerdos se agolparon en la memoria y se anudaron en la garganta de los salinacrúcenses que vieron con esperanza que es, otra vez posible, un tiempo de bonanza.
Cientos se congregaron en la Estación del Ferrocarril abierta en 1907 por Porfirio Díaz, para atestiguar el inicio de las pruebas del transporte que operará con normalidad a partir de diciembre de este año.
17 de septiembre del 2023. Llovía a cántaros en Salina Cruz, pero nadie se movió. No siempre se es testigo de un acontecimiento como éste. Algunos llegaron desde las 05:00 horas, otros durmieron ahí, a un costado de la vieja estación, sobre la calle Tuxpan. Los viejos ferrocarrileros no pudieron contener el llanto.
Entre vivas, porras y un genuino agradecimiento, AMLO abordó el tren a las 10:30 horas y devolvió a los istmeños parte de aquella época tan anhelada por los ancianos, en la que tomar el tren era todo un ritual. El tren significó en sus “buenos tiempos” empleos, comercio y calidad de vida para los ferrocarrileros, sus familias y sus comunidades.
El ferrocarril es, sin duda, símbolo del viejo emporio jeromeño en Ciudad Ixtepec, un baluarte para Matías Romero Avendaño y un detonador del comercio para un sinfín de pequeñas localidades istmeñas, tanto en Oaxaca como en Veracruz.
El paso del ferrocarril fue esperado en las diversas poblaciones donde se encuentra asentada la infraestructura. Su modernización no ha sido fácil, en cinco años ha enfrentado las resistencias sociales. La vía fue dividida en cinco tramos para poder operar en tiempo su rehabilitación. Ayer fue su primer examen y salió avante.