La empresa estatal Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec dio a conocer su ante proyecto de su reglamento interior, donde establece en su artículo 7 que del total de su plantilla laboral, 90 por ciento tendrán que ser mexicanos.
En el reglamento, que se encuentra en revisión en la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria, se indicó que dispondrá de los elementos necesarios para cumplir con este aspecto, así como tener las herramientas para que las mujeres, los adultos mayores y personas con discapacidad cuenten con los medios idóneos para laborar de manera óptima y en igualdad de condiciones.
El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec tiene como objetivo instrumentar una plataforma logística que integre la prestación de servicios de administración portuaria que realizan las entidades competentes en los puertos de Coatzacoalcos, Veracruz de Ignacio de la Llave y de Salina Cruz, Oaxaca y su interconexión mediante transporte ferroviario.
“Artículo 7. El Corredor debe contratar trabajadores mexicanos en un 90 por ciento del total de su personal”, se lee en el anteproyecto del reglamento interior de la empresa estatal.
En el documento igualmente se estableció que las vacantes se someterán a los procedimientos legalmente señalados, debiéndose cumplir con lo establecido en el perfil del puesto vacante previsto en los formatos de descripción y perfil de puestos de la administración pública federal.
La empresa estatal Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec refirió que la duración de la jornada de trabajo ordinaria se distribuye en 40 horas de lunes a viernes de cada semana, con un periodo intermedio de 60 minutos para descansar o tomar alimentos fuera del centro de trabajo.
El gobierno federal ha señalado que este proyecto busca reactivar la actividad económica de la zona, con mayores inversiones y generación de empleo.
En semanas pasadas, la Secretaría de Economía informó que 65 empresas buscan obtener al menos uno de los primeros cinco polos de desarrollo del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, que comenzarán a licitar.
Roberto Valadez | Milenio
