JUCHITÁN, Oaxaca.- El coordinador de la brigada de Médicos Sin Fronteras (MSF), Elmer Charris, informó que desde su llegada a la comunidad de San Pedro Tapanatepec, el 21 de octubre pasado, se encontraron con un preocupante panorama, ante la falta de los servicios médicos a la población migrante, que ha llegado a la cifra de 20 mil ciudadanos extranjeros, hacinados en esta pequeña población.
Hasta el pasado jueves 24 de noviembre, esta brigada había otorgado 4 mil 85 consultas médicas y más de 350 consultas de salud mental; observando poco más del 50 por ciento en infecciones respiratorias altas, seguido por problemas gastrointestinales como diarrea y vómito, y enfermedades cronodegenerativas como diabetes, hipertensión arterial y VIH.
En los casos de salud mental, señaló que los principales problemas que han encontrado son las reacciones agudas de estrés, ansiedad y tristeza, “por toda la problemática que están enfrentando y la falta de servicios básicos que hay en Tapanatepec”.
Sobre los brotes de riesgo, reveló que a finales de octubre se detectaron varios casos de dengue, situación que fue controlada por la Secretaría de Salud, a través de diversas acciones, entre ellas la fumigación de la población.
Peligros“Nos han contactado para compartir la alerta, sobre el brote de Paludismo; pero en este caso nosotros solo les tomamos la muestra y la referimos a control vectorial de la Jurisdicción Sanitaria y ellos se encargan del diagnóstico y el tratamiento”.
Detalló que la mayoría de los casos de diarrea son entre menores de 15 años; en su mayoría acuosas, que pudieran tener su origen por intoxicación alimentaria o las malas condiciones higiénicas con que se elaboran los alimentos; con una mínima proporción de casos de diarreas sanguinolentas, que pueden ser transmitidas por beber agua contaminada.
“Afortunadamente la UNICEF ha instalado en algunos puntos de distribución de agua clorada y esto deberá disminuir el riesgo de infecciones; pero a nosotros nos preocupa las condiciones del campamento”.
En ese sentido, Charris aseguró que el campamento donde se encuentra el módulo del Instituto Nacional de Migración (INM), representa un riesgo para la salud pública, pues mientras siga la aglomeración de personas, sin agua y sin
baño, y servicios de salud limitados, podría generarse una situación más preocupante.
“Cuando llegamos aquí el Hospital Básico Comunitario estaba en paro, porque no tienen suministros médicos, ni suficientes profesionales de salud para trabajar ahí. No tenían ni la capacidad mínima para atender a la población local”.
Dijo que estos 9 mil habitantes de Tapanatepec, más 20 mil migrantes, han colapsado todos los servicios básicos, como alimentación, acceso al agua, higiene, basura, al formarse un “cuello de botella”, provocado por el retraso de los trámites del INM.
Finalmente, el representante de MSF, aseguró que en Tapanatepec hay una crisis humanitaria, donde las condiciones de vida de la población local y de la población migrante no son aptas y sin acceso a los servicios esenciales.
La brigada de Médicos Sin Fronteras cuenta con suficientes medicamentos y recursos humanos, y estarán en la comunidad hasta que la población migrante ya no tenga la necesidad de atención médica, aunque inicialmente tenían planeado estar por tres meses.
