TEHUANTEPEC, Oaxaca.- El mercado Jesús Carranza es un icono de la ciudad de Tehuantepec y a 50 años de su inauguración, todavía quedan comerciantes de antaño que cuentan cómo se generó el comercio en esta cabecera municipal.
En el interior del centro de abasto se encuentra Doña Carmen Salinas Gutiérrez, una de las pocas locatarias y locatarios que todavía sobreviven al paso de los años.
Sentada en un modesto banco, entre artículos religiosos, velas y flores, Doña Carmen cumplió en noviembre 91 años de vida, de los cuales 79 los ha dedicado al comercio. Llegó a trabajar al mercado apoyando a su madre en las ventas del día, asegura.
Afirma que el mercado ha cambiado mucho, tenía apenas 12 años cuando empezó a trabajar como comerciante, desde entonces, fue creciendo y adoptando mayor responsabilidad, aunque hoy, comparte su espacio con la familia, quienes continuarán esta añeja tradición de comerciante.
Dice que todavía tiene fuerza para ejercer el comercio. Lleva casi 80 años siendo comerciante, primero como un mercado popular, y luego ya con el nombre de Jesús Carranza.
Ella empezó vendiendo pescado, luego se cambió a las flores, y finalmente, se inclinó por las veladoras, hojas para tamal, floreros, pan, hamacas y otros, actualmente vende con su nuera artículos religiosos, pues para sobrevivir al paso del tiempo, cambio de giro como muchos otros.
Expresa que, aunque toda su vida ha sido comerciante, disfruta lo que hace en compañía de sus amistades, ya que son como una familia.
Doña Carmen y Marcelina son dos de las mujeres que más edad tienen como locatarias activas, pues desde que quedaron solas, trabajan para subsistir, aunque esta vez son auxiliados por sus familias.
En este mercado la mayoría de los locatarios continúan la tradición de sus padres, y otros comenzaron cuando empezó a funcionar el centro de abasto con el nombre de Jesús Carranza.
