JUCHITÁN, Oaxaca.- Han transcurrido seis años desde el terremoto del 7 de septiembre y desde esa fecha, doña Georgina prefiere seguir viviendo en una casa de campaña, de las llamadas "casas chinas", donadas por el Gobierno de la República Popular de China a los afectados por los sismos.
Georgina Marcial Martínez, vecina de la Octava Sección Cheguigo, perdió a su hermana tras el terremoto y a sus 80 años, lidia todos los días con las incomodidades que significa estar dentro de un reducido espacio de tela roída por el sol, el agua y el viento.
A pesar de eso, esta mujer zapoteca, postrada en una silla de ruedas por un problema de salud, prefiere estar en la carpa que dentro de su vivienda, pues asegura tener miedo, ya que todavía sigue temblando.
“El gobierno me ayudó a tener mi casa, tengo miedo de entrar, prefiero estar en la calle, porque ahí viví esos días”.
Las lágrimas inundan sus ojos, cuando recuerda con tristeza a su compañero de vida. “Estoy sufriendo mucho porque casi estoy sola; mi hermano también está enfermo”, señala abrazando una fotografía de su fallecida hermana y una imagen de la Virgen de Guadalupe.
Días previos a la fecha que conmemora la trágica noche, Doña Georgina revive cada momento que le hacen recordar las noches aciagas de lluvia, aire y temblores.
“Vamos a ir al panteón a visitarla. Misa no hasta que cumpla los siete años, si Dios quiere, si vivo; sino pues ni modos”.
