SALINA CRUZ, Oaxaca.- Cuando hace más de 38 años arribó al puerto procedente de Cosamaloapan, Veracruz, la señora Rufina Hernández Aguilar nunca imaginó que aquí se quedaría y que se dedicaría al comercio, actividad en la que desde hace más de 55 años se ha desenvuelto y que la hizo radicar en Salina Cruz, para beneplácito de sus amistades y familiares que ya hicieron arraigo en esta ciudad.
Acostumbrada al trabajo, desde temprana edad emigró del estado de Puebla a Veracruz, donde junto con su marido se dedicaron a la venta de dulces, galletas, frituras y refrescos en una escuela primaria del municipio de Cosamalopan, sin embargo, por una desavenencia que hubo, se tuvo que venir a radicar al puerto, donde por igual tuvieron que comenzar de nuevo con la ayuda de sus familiares, e incrustarse en el comercio local.
La venta de sandalias tiene sus encantos y prejuicios, actividad a la que se dedica actualmente, dijo la adulta mayor.
"Se tiene que encontrar la mercancía que agrade el gusto del comprador, se rebusca en catálogos, los proveedores traen nuevos diseños, a veces se queda la mercancía cuando no se atina al producto, lo que si es que cualquier tipo de sandalia o huarache que ofrecemos en venta, tiene que cumplir con ser bueno, bonito y barato", indicó.
Mientras acomoda las sandalias en el aparador, conversa y recuerda que el comercio no admite tregua, "hay que venir a abrir y cerrar todos los días del año prácticamente, requiere de mucho esfuerzo y dedicación, hemos tenido muchos empleados, algunos vienen por solo un día, otros duran semanas y algunos más, que son pocos meses o quizás años, se cansan y mejor se dedican a otra cosa, nosotros también, pero ese es nuestro trabajo", comentó.
"Llueva, truene o relampaguee, tenemos que abrir el negocio, si no la gente se va y perdemos clientes, eso lo saben mis hijos, quienes continúan el mismo camino que les enseñamos".
La mujer abundó que la pandemia de Covid-19 vino a cambiar todo, la autoridad municipal nos hostigó, pero aquí estamos, si hubo que vacunarse contra el virus, comprar gel o alcohol, utilizar cubrebocas cómo medida preventiva, lo hicimos, veremos más adelante que pasa.
Gracias a Dios seguimos vivos, la devoción, la fe, la creencia nos mantiene vivos y con que podamos seguir trabajando agradecemos por ellos", puntualizó.
