Agencia Reforma
El Producto Interno Bruto (PIB) del País registró un avance de 3 por ciento en 2022 respecto al nivel alcanzado en 2021, de acuerdo con cifras desestacionalizadas de la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto Trimestral (EOPIBT) elaborada por el Inegi.
Visto por sectores, las actividades secundarias -o industriales- fueron las que más crecieron en el año pasado con un avance de 3.2 por ciento anual.
En tanto, las actividades agropecuarias registraron un crecimiento de 2.8 por ciento, mientras que el sector de servicios -o actividades terciarias- crecieron 2.7 por ciento.
Para 2022, la Estimación Oportuna del #PIB Trimestral (EOPIBT) prevé un aumento de 3.0%.
— INEGI INFORMA (@INEGI_INFORMA) January 31, 2023
Por gran grupo de actividad, se estiman las siguientes variaciones reales:
⬆️ 2.8%, primarias
⬆️ 3.2%, secundarias
⬆️ 2.7%, terciarias
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En lo que se refiere a la evolución del último trimestre de 2022, el PIB registró un crecimiento de 0.44 por ciento respecto al tercer trimestre del mismo año.
En el mismo comparativo el PIB de las actividades primarias registró un avance de 2.03 por ciento, mientras que la industria y los servicios crecieron 0.36 y 0.16 por ciento, respectivamente.
Al respecto, Moody's Analytics indicó que la economía de México perdió fuerza durante el último trimestre de 2022 por una política monetaria restrictiva que la seguirá afectando en 2023, aunado a una falta de inversión y una desaceleración en Estados Unidos.
La expansión de 3 por ciento en 2022 obedece a que actividades esenciales se normalizaron luego que se removieron todas las restricciones sanitarias, las exportaciones continuaron beneficiándose de la demanda del mercado estadounidense, entre otros, explica Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody's Analytics, unidad de análisis independiente a la agencia calificadora.
Sin embargo, el crecimiento trimestral de 0.4 por ciento muestra un avance más lento de la economía como resultado de contracciones en la actividad en los dos últimos meses del año, advierte en un análisis.
"El indicador mensual de actividad muestra que en noviembre (pasado) la economía continuó perdiendo fuerza después de un nulo avance en octubre.
"Esto indica que desde el inicio del cuarto trimestre algunas actividades empezaron a sentir los efectos del freno monetario, mientras el consumo enfrentaba un encarecimiento del crédito y el mayor costo impuesto por la inflación", menciona.
Por ello, las perspectivas para el presente año enfrentan algunos eventos desfavorables ante lo que se estima que el crecimiento económico quede en un rango de 0.5 por ciento a 1.0 por ciento.
Para Coutiño, la capacidad productiva del País sigue restringida por la insuficiente inversión productiva al tiempo que la economía estadounidense está en ruta hacia una desaceleración, lo cual reducirá la demanda por exportaciones mexicanas. Adicionalmente, el mercado interno estará funcionando bajo condiciones monetarias restrictivas.
"Así, la economía mexicana estará sujeta a la menor demanda externa y a debilidad del mercado interno", sostiene.
Como resultado de ello, Coutiño estima que la economía reportará una desaceleración significativa durante este año, mayormente resultado de la pérdida de dinamismo de la economía estadounidense y de un mercado interno bajo el necesario de un freno monetario.
