Comuneros y activistas de derechos humanos han sido objeto de amenazas e intimidaciones por parte de la empresa Desarrollos Eólicos Mexicanos (Demex), derivado de los pronunciamientos en contra de la construcción del parque eólico Gunaa Sicarú en la comunidad de Unión Hidalgo, en el Istmo de Tehuantepec,
Ante ello, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) solicitó a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) incrementar la vigilancia y atención en la demarcación.
El organismo defensor aseguró que teme que el conflicto entre empresarios y activistas ocasione daños irreparables si no se atiende.
Con la promoción del corredor eoloeléctrico del Istmo de Tehuantepec como principal generador de energía eólica en las últimas dos décadas, se han implementado diversos proyectos en la región, incluyendo el de la empresa DEMEX, filial de la empresa Renovalia Energy.
La asociación civil "Proyecto de Derechos Económicos Sociales y Culturales" (Prodesc) señala que al instalarse en la comunidad de Unión Hidalgo sin el consentimiento, libre, previo e informado de la comunidad indígena zapoteca, género que se emprendieran acciones legales en defensa de sus derechos humanos a la tierra, territorio y bienes naturales en contra de los megaproyectos eólicos que han violado diversos derechos sociales, económicos y culturales reconocidos constitucional y convencionalmente.
Esto ha causado que los comuneros y activistas estén expuestos a amenazas, intimidaciones y agresiones físicas, según refiere el Comité de Resistencia de Unión Hidalgo.
Cabe recordar que el Juzgado de Distrito del Estado de Oaxaca suspendió definitivamente las labores de construcción del parque eólico "Guuna Sicarú” de la empresa Demex en mayo pasado. Derivado de ello, los actos de intimidación se han reforzado.
La DDHPO advierte que hay un temor fundado de enfrentamientos y agresiones entre los grupos en pugna por la pretensión de implementar la central eólica.
