Tehuantepec, Oax.-, Santa María vive una de sus tradiciones más arraigadas en la cultura zapoteca. Como todos los años, familias presenciaron la bajada de la virgen Asunción María de su nicho, con el que abre la festividad católica en su honor.
Los shuanas de Santa María fueron los encargados de llevar a cabo este ritual. Los devotos participan en esta demostración de amor y fe.
Las familias viven la devoción con mucho entusiasmo, mismo que es demostrado desde el inicio de mes con la participación de cientos de fieles, que a la vez dan vida esta fiesta religiosa que conforma parte de la identidad de los tehuanos católicos.
La fiesta inicia en la casa de los mayordomos. El ambiente se ve armonizado con la música del "Pito y Caja", instrumentos prehispánicos que emiten sonidos melódicos que se utilizan desde la antigüedad para animar las celebraciones.
Posterior a la música, el fervor religioso se traslada a la iglesia del barrio para llamar a los shuanas a realizar la "obligación" (inciensan el altar).
Durante la noche se da cenar un platillo, según el gusto de los mayordomos, refiere el cronista municipal Rómulo Jiménez.
Según el calendario católico, la fiesta dará inicio el 6 de febrero con la música prehispánica de “Pito y caja”. El 7 de febrero es el “Marte de uca guie”; el 9 de febrero el baile calenda; el 10 de febrero Viernes Saa, el 11 de febrero tradicional “Petate”: 12 de febrero el “Saa Guidxi# y termina el fiesta el 14 de febrero con la tradicional lavado de ollas.
La fiesta religiosa en Santa María está llena de misticismo y folclor, donde los habitantes comparten, como sus ancestros, el fruto de la tierra recibida durante el año que terminó.
