SALINA CRUZ, Oaxaca.- Trabajadores de la refinería Antonio Dovalí Jaime aseguran que al interior del complejo industrial, las medidas higiénicas para prevenir los contagios de COVID-19 no se siguen de forma estricta, como lo han decretado los gobiernos federal y estatal.
Las condiciones preventivas para contener una posible propagación de coronavirus son mínimas, afirmaron los obreros tras reconocer que, si bien en un principio se aplicaron, para esta fecha se han relajado.
Las diversas disposiciones sanitarias indicadas por los tres órdenes de gobierno han llevado a empresas de todo tipo a cerrar o mantener sus actividades tomando algunas medidas preventivas para evitar un contagio masivo del virus chino en los centros de trabajo.
Varios trabajadores entrevistados señalaron que hace un par de semanas, para ingresar a la refinería los trabajadores eran auscultados y personal médico verificaba a uno por uno, con lo cual se hacían interminables filas de empleados para poder ingresar al recinto.
Desde que iniciaron con estas medidas, no ha faltado gel antibacterial en las diferentes áreas, pues al interior hay suficientes reactivos para prepararlos reconoció el personal, pero si se han relajado un poco las medidas de prevención pues ya dejaron de hacer los chequeos de ese modo, ahora solo preguntan a los trabajadores si tienen algún síntoma.
Agregaron que en un principio trabajadores de Pemex con hipertensión, diabetes y enfermedades crónicas fueron remitidos a sus domicilios, por una semana si acaso, y luego los volvieron a requerir en sus centros de trabajo y lo mismo aplicó para quienes laboran en la Terminal Marítima.
Con lo que, consideraron, se está poniendo en riesgo a estas personas, opinó un joven trabajador, pues representan al grupo vulnerable frente al padecimiento y de haber algún caso de coronavirus seguramente serían los más afectados por la enfermedad a causa de sus males, lo que desde luego puede tener consecuencias para la producción de productos derivados del petróleo.
