JUCHITÁN, Oaxaca.- “Me dijeron que no pueden censar mi casa porque puse el nombre de mi hermana cuando vinieron la primera vez y le pusieron daño parcial, pero después mi casa se derrumbó y ahora vivo en una casa de campaña”, señaló indignado Aníbal Sánchez López, que además de damnificado, es una persona discapacitada por la falta de una pierna.
Familias afectadas por los sismos de septiembre continúan quejándose sobre los criterios que el gobierno gederal y del estado, a través de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), están aplicando en la verificación de viviendas, generada a partir de la declaratoria de Emergencia tras el sismo de febrero pasado en la región de la Costa.
Además de la lentitud con que se realiza esta tarea que está a cargo de 20 brigadas, se suman la “selección” de viviendas que los verificadores están efectuando.
Esta actitud ha generado la molestia de decenas de familias, que fueron excluidas y no recibirán los apoyos del Fondo Nacional de Desastres (Fonden).
Don Anibal se encunetra sentado frente a la carpa de tela donde ha vivido los últimos seis meses y casi sin poder moverse debido a la prótesis que utiliza para andar.
Vecino de la calle Gómez Farías en la Octava Sección, Cheguigo, añadió que precisamente por su discapacidad, puso el nombre de su hermana para que se encargara de realizar sus trámites.
“Pero ahora no quieren apoyarme, seguramente me quedaré a vivir en esta casa de campaña para siempre”.
Insensibilidad oficial
Con marcada molestia, reprobó la actitud de los funcionarios de la Sedatu, pues se niegan a entender la situación por la que atraviesan cientos de familias, que a simple vista se puede observar que se han quedado sin sus viviendas.
“Que pena que pongan gente que no tiene ninguna preparación para verificar una vivienda”, lamentó.
Por su parte, su hermana Reyna Sánchez López también se quejó por haber recibido el mismo trato, pues también su casa fue clasificada con pérdida parcial, pero ahora está derrumbada.
“Nos habían dicho que nos iban a apoyar por haber perdido la casa, pero veo que ahora ya no y no es justo pues algunas (personas) están agarrando doble".
"Mi casa ya no existe, sólo es puro patio y estoy rentando donde vivo”.
Indicó que la casa de su hijo tampoco fue censada después del sismo del 7 de septiembre, pero se cayó con el nuevo temblor del 23 de ese mismo mes y en esta ocasión tampoco lo quieren censar.
“La verdad no es justo lo que están haciendo los de Sedatu; mi hijo tiene familia y se cayó su casa y ahora está viviendo en el patio con su esposa y sus hijos”.
