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Inclusión social, el reto

Foto(s): Cortesía
Redacción

SALINA CRUZ, OAX.- Especialistas aseguran que el autismo no es una enfermedad, sino una condición de vida. Una persona con autismo presenta trastornos para comunicarse y socializar, aun así poseen una gama de habilidades.


“Muchos escuchan autismo y se imaginan a un niño en una esquina con los oídos tapados, cuando hay niños muy destacados, con una gama de habilidades es por eso que le llaman de espectro autista”, comentó a Noticias Coppelia Téllez, terapeuta en Comunicación Humana.
Dijo que los niños y las personas con autismo tienen cuatro puntos importantes, pero son dos los más importantes. Los más esenciales, precisó, son la  falla de la función comunicativa y la función social, “eso no significa que no puedan hablar, no pueden comunicar las cosas, estos dos son las que más se debe de trabajar debido a que les cuesta mucho trabajo, ellos no tienen la habilidad social de escuchar y atender ni cuando se les llame por su nombre”.
La terapeuta subrayó que son los padres los mejores especialistas, pues son los primeros en detectar cuando algo no es normal en su hijo, y es ésta la etapa más difícil.
“Los padres son los primeros en saber que algo está pasando, pero se niegan a aceptarlo, es ahí la primera etapa que es el duelo de no haber tenido un niño ‘neurotípico’,  es en donde las preguntas saltan, el segundo paso es la aceptación y después de eso comienzan a trabajar los padres capacitándose como atender a su hijo”.
“Estamos en pañales en Oaxaca referente al autismo, existe muy poca información referente a este trastorno. Existen muy pocas personas que se dedican al diagnóstico, hay casos que se pueden diagnosticar desde los seis meses de edad, pero otros los detectan hasta que se da un impacto social que es cuando entran al kínder y se aíslan, es cuando los padres buscan un especialista, en este caso el primer filtro es el pediatra”, refirió Téllez.
Agregó que para mejorar las condiciones de vida de las personas con autismo, es indispensable el trabajo en equipo de especialistas, padres de familia, escuela y la propia comunidad. Con el apoyo suficiente, asentó, los pequeños diagnosticados pueden llegar a concluir, incluso, estudios profesionales.
“Eso va dependiendo del nivel de habilidades de cada uno, pero con una intervención global se puede lograr que acaben una preparatoria o por qué no una carrera, el chiste de todo esto es generar calidad de vida para las personas que padecen autismo, sean las habilidades que sean, deben de tener una buena calidad de vida”, detalló.
Téllez explicó que no todo es terapia en los autistas, sino que se deben de combinar las actividades en base a las etapas; cuando están pequeños es muy importante la estimulación, posteriormente la inclusión educativa, si se adaptan en la escuela se busca llegar hasta lo más alto en el nivel de educación, de ahí inclusión social, laboral y lo más nuevo óseo recreación.
“Este es el nuevo concepto ya que el autismo es una falla comunicativa y social, esto se debe de activar para que ellos socialicen”.