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A Ikoots los borró el gobierno

Foto(s): Cortesía
Redacción

SAN MATEO DEL MAR, Oax.- Muchas familias indígenas ikoots de este pueblo, donde brotó agua casi al momento de iniciar el terremoto, quedaron fuera del censo levantado por la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu), porque sus viviendas no eran de material industrializado, sino de palos, palma y lámina.


“El gobierno no me tomó en cuenta, me trató como si fuera una basura”, se quejó Don Roberto Sumaniega Silva, uno de los damnificados.


De hecho, en la tétrica noche de aquel 7 de septiembre de 2017, cuando hubo el temblor (wüx tajlüy nangaj ateam, en lengua ikoots), las mayores afectaciones se presentaron en este tipo de viviendas, por su endeble estructura.


La angustia


“Pues era lo que pudimos hacer, porque somos pobres, vino el terremoto, no resistió y se derrumbó, cuando estábamos adentro mi esposa, mis tres hijos y yo. Mi esposa salió gritando ‘sal de ahí, sal de ahí’, pero yo no podía, hasta que gracias a Dios lo hice”, contó.


En medio de las ruinas, Don Roberto sacó lo que pudo rescatar en su vivienda derruida y se fue a vivir a la calle, debajo de una lona, pues ya no tenía donde habitar y porque aún seguía temblando.



Prácticamente en chozas, viven aún algunos damnificados que dejó el sismo. FOTO: Emilio Morales

Se abrió la tierra


“Me fui a la calle, porque ya no teníamos donde vivir, ni queríamos entrar, seguía temblando mucho. Además todo estaba lleno de agua, no solamente mi casa, sino las demás que están alrededor, porque se abrió la tierra, cuando estaba temblando”, relató.


A los pocos días, un trabajador de la Sedatu pasó por la calle de su vivienda y preguntó si había tenido daños al estar durmiendo en la calle.


“Entró a mi casa, pero al ver que no era de material, sino de palos, palma y lámina, me dijo ‘no te puedo dar el folio, pues solo son para casas de material’. Me dio pena insistirle, porque no le dieron mucha importancia a mi casa, a pesar de tener la necesidad”, detalló.


En octubre del año pasado se enteró que en la parroquia del pueblo se había iniciado un censo para damnificados con viviendas como la suya, para recibir la ayuda de la Fundación San Ignacio de Loyola de la Compañía de Jesús en México.


“Me anoté, vinieron a ver mi casa, me comprendieron, sintieron mi necesidad. Después realizaron estudios de tierra para hacer una buena cimentación y así empezó la construcción de mi casita”, señaló.


Fue así que Don Roberto, su esposa y tres hijos, se convirtieron en una las familias beneficiarias del programa Reconstrucción de Vivienda y Vida Digna en San Mateo del Mar.


“Ya casi se termina mí casita, me siento alegre, gozoso, doy gracias a Dios, no puedo, ni tengo como pagar a quienes me ayudaron. Que Dios los bendiga, que les dé más vida, más trabajo y más salud”, terminó.



En proceso de construcción, están 62 de las 100 viviendas que proyectó la Fundación San Ignacio de Loyola. FOTO: Emilio Morales

Radio Jowa, la voz del pueblo


SAN MATEO DEL MAR, Oax.- Días después del temblor, el Bachillerato Comunitario Ikoots, fundado por los Hermanos de María o maristas, a instancias del ahora obispo emérito de Tehuantepec, Arturo Lona Reyes, comenzó las transmisiones de Radio Jowa, para informar a la población damnificada donde se encontraban los albergues temporales, los centros de acopio y los comedores comunitarios.


“Sirvió de mucho para dar a conocer en donde había refugio o donde se podían encontrar alimentos, agua y cobijas, porque en esos días la gente dormía en la calle y había escasez de todo”, detalló la profesora de esa institución, Luz María Jacinto Antillón, de 24 años de edad, con licenciatura y maestría en educación, una ex alumna, que regresó a dar su servicio comunitario.


Ahora, al cumplirse un año del terremoto, Radio Jowa –esta última, una palabra en lengua ikoots, que se utiliza como saludo al llegar a tocar la puerta de un vecino–, se ha convertido en la voz del pueblo, para dar a conocer sus experiencias vividas el 7 de septiembre del 2017.


“La gente llegó a contar que sintió ese día, porque fue un momento traumático, un suceso fuera de lo normal. También llegó a compartir su dolor, porque lamentablemente aquí murieron tres personas, sobre todo, una que entró a su casa a tratar de salvar a sus familiares y finalmente, murió con ellos. Es un suceso que marcó al pueblo”, terminó.