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Noé, el centurión que se redimió

Foto(s): Cortesía
Ángel Mendoza

TEHUANTEPEC, Oaxaca.- Noé resguarda una pequeña celda, su rostro está cubierto con un paño negro y una pesada careta. En una mano sostiene un báculo con el que golpea el piso cada vez que cambia de posición, con la otra, aprieta el cabo de una espada. El joven personifica a un Centurión, un soldado romano que custodia a Jesús antes de ser llevado a la cruz, cumple el pago de una promesa.


Los jueves de Semana Santa, el barrio Laborío celebra una de las tradiciones más antiguas y arraigadas de Tehuantepec, donde un joven se viste de Centurión en agradecimiento porque fue liberado de un problema de salud o haber mejorado su ambiente familiar.


“Mi hijo tenía 18 años cuando prometió hacer el papel de Centurión, ahora tiene 31”, aseguró María Candelaria Sánchez López, madre de Noé García Sánchez, que este año debe cumplir su promesa.


“Ser Centurión fue un sueño que tuvo mi hijo desde muy pequeño, luego de meses de encontrarse en una situación difícil que sólo él conoce. En secreto le pidió al Señor salir adelante y, como le concedió el deseo, ahora cumple con lo que prometió”, expresó. Noé labora en la Ciudad de México como médico cardiólogo, llegó al barrio donde es originario para cumplir la promesa que presentó hace 13 años, siendo aún joven.


Toda la familia es católica, "porque creemos que nuestro padre es Jesús de la Merced", afirma doña Candelaria, quien observa desde afuera de la celda en traje de luto, la penitencia de su hijo.


Devoto de Jesús de la Merced


Andrés Cruz es un devoto de Jesús de la Merced, pues cuando empezó hizo una promesa para estar presente en la escenificación del Centurión los tres primeros años, pero como su vida tuvo un cambio radical, mejoró su salud, dejó el alcohol y las parrandas, ahora lleva 12 años sobrio.


“Antes, cada Semana Santa eran de playas y de estar en ambiente con los amigos, bebía mucho alcohol pero, desde el 2016 que prometí a Nuestro Señor de la Merced cambiar, a la fecha mi vida es otra”, afirmó.


Toda su familia participa activamente para que se cumpla con esta responsabilidad, ya que el papel del Centurión es importante durante la Semana Santa, indicó.


Andrés no escenifica el Centurión, pero prometió que si su vida cambiará estaría dispuesto a ser partícipe de la celebración religiosa cada año.


Daniel Peña, integrante de la hermandad de Nuestro Padre Jesús, señaló que el barrio Laborío celebra cada Jueves Santo la guardia del Centurión, una de las tradiciones más antiguas de las que se tenga memoria en Tehuantepec.


Esta tradición consiste en que un joven se viste de Centurión en cumplimiento a una promesa que hizo con anterioridad. Esta penitencia se lleva a cabo a temprana hora de la mañana y termina la medianoche.