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Frane Selak: Escapó siete veces de la muerte y ganó la lotería

Foto(s): Cortesía
Itzel Guizar

La suerte puede ser definida como “el conjunto de sucesos o circunstancias que se consideran predeterminados para la vida de alguien” o “el resultado positivo o negativo de un suceso poco probable”. Y si de tener suerte se trata, uno de los casos más insólitos lo representa sin duda Frane Selak, un hombre croata nacido el 14 de junio de 1929 que no sólo escapó siete veces de una muerte segura tras sufrir graves accidentes, sino que también se dio el lujo en el ocaso de su vida de ganar un millonario premio en la lotería.

Graves accidentes

Cuando Frane Selak tenía 33 años de edad y se dedicaba a impartir clases de música, su vida no difería demasiado de la cualquier hijo de vecino de su país. Sin embargo, en 1962 Selak decidió tomar un tren para hacer un viaje desde Sarajevo (Bosnia) a Dubrovnik (Croacia), el mismo ferrocarril que a las pocas horas de viaje se descarrilaría, cayendo al profundo lecho de un río. 17 personas fallecieron ahogadas, aunque nuestro protagonista, pese a sufrir una fractura en el brazo, logró igualmente nadar hasta la orilla y salvarse.

Al año siguiente, decidido a evitar para siempre los viajes en tren, Frane Selak realizaría su primer y único viaje en avión, con tanto infortunio que durante el vuelo una de las puertas de emergencia del avión se abrió y Zelak salió despedido a través de ella. Increíblemente, cuando lo esperaba una muerte segura, el croata salvó su vida al caer sobre un gran pajar de heno de una granja cercana. Al igual que en el accidente ferroviario en que se había visto involucrado el año anterior, los demás pasajeros del avión no corrieron la misma suerte que Selak, pues el incidente con la puerta ocasionó que el avión se estrellara matando a las otras 19 personas a bordo.

Tres años más tarde, cuando Frane Selak tenía 37 años y viajaba a bordo de un autobús, éste se volcó y cayó a un río, provocando la muerte de cuatro personas, aunque el croata salvaría completamente ileso.

 

Racha de infortunios

Cuatro años después, cuando Frane Selak pensaba que su racha de infortunios ya era cosa del pasado, nuevamente se vio en peligro sumo cuando su automóvil se incendió mientras conducía. Con mucha agilidad, Selak alcanzó a salir del carro y correr tanto como pudo para alejarse del auto antes de que explotara. En 1973, tras comprarse otro automóvil, el croata viviría otro accidente muy parecido, aunque en esta ocasión sufriría quemaduras en algunas partes de su cuerpo.

Frane Selak, por entonces, ya estaba convencido que la forma más segura de hacer viajes cortos era caminando, pero en 1986 sería atropellado por un autobús en Zagreb, resultando con algunas heridas leves.

Aproximadamente diez años más tarde, en 1995, Frane Selak se compraría su tercer automóvil, lo que fue la antesala de otro cuasi desastre. Cuando daba un paseo por las montañas de Croacia y tras tomar una curva, Selak se encontró de frente con un camión de las Naciones unidas que venía a gran velocidad en sentido contrario. Para evitar el inminente choque, el croata desvió su vehículo, que terminó precipitándose a un acantilado de 100 metros, aunque Selak lograría salir por una ventana y caer sobre las ramas protectoras de unos árboles.

"El hombre más afortunado"

Tras sobrevivir siete veces a sendos accidentes que eran sinónimo de una muerte segura, Frane Selak se convertiría en una celebridad en Europa, siendo bautizado por los medios como “el hombre más afortunado entre los menos afortunados”. Por entonces, en varias entrevistas, Selak confesaría que él no se consideraba un hombre de fortuna: “Nunca pensé que tuve suerte de sobrevivir a todos mis roces con la muerte. Pensé que era mala suerte el estar en el momento erróneo y el lugar equivocado”.

Sin embargo, desmintiendo que lo suyo sólo era buena suerte mezclada con fatalidad, en el año 2003, dos días después de cumplir 74 años, Frane Selak ganaría casi medio millón de dólares en la lotería de su país. Durante ese período se casaría por quinta vez y en el 2010, luego de comprarse dos casas y un bote con el millonario premio, decidió regalar la mayoría de su dinero a su familia y amigos, para vivir una vida más apacible y sencilla.

Hoy, Frane Selak, a sus 92 años de edad, sigue saludablemente vivo y esperando con resignación la llegada inevitable de la muerte, a la cual logró burlar en siete ocasiones.