JUCHITÁN, Oaxaca.- Este viernes fue despedido con honores por sus compañeros, el elemento de la Policía Municipal asesinado.
Eddie Ageo Nicolás Robles, de unos 25 años de edad, fue sepultado por sus familiares, amigos y compañeros de la corporación de la ciudad de Juchitán.
Al filo de las 10:00 horas el cortejo fúnebre partió de su domicilio ubicado sobre la calle Francisco I Madero, esquina con la avenida Insurgentes, en la populosa Séptima Sección.
La mañana del pasado jueves este elemento de la Policía Municipal del primer turno, fue ejecutado por dos sicarios a escasos metros de su domicilio particular, a donde se dirigía en motocicleta luego de culminar su jornada de trabajo.
Sobre la identidad de los agresores, los agentes estatales de investigación hasta el momento no tienen pistas.
El último adiós al joven policía
El cortejo fúnebre partió la mañana de este viernes minutos después de las 10:00 horas. Tomó la calle Francisco I Madero para continuar por la calle Independencia. Después enfiló por la avenida Efraín R Gómez y transitó en sentido contrario hacia el panteón Domingo de Ramos, ubicado en la Cuarta Sección.
En el trayecto imperó el sonido de las sirenas de las patrullas y el llanto de los deudos, así como las muestras de cariño y dolor por parte de sus compañeros de trabajo.
El joven policía dejó en el desamparo a su esposa embarazada, así como a su madre y demás familiares que dependían de él.
El llanto fue mucho. El avance del cortejo se hizo cada vez más lento. La distancia a cubrir era corta, pero los familiares, amigos y compañeros de Eddie no querían despedirse del malogrado elemento de la Policía Municipal.
Al filo de las 11:00 horas, el cortejo fúnebre llegó a su destino.
Las sirenas de las patrullas de la Policía Municipal sonaron por última vez para Eddie.
Antes de entrar al camposanto, se abrió la camioneta donde era trasladado el ataúd del extinto elemento de la Policía Municipal, que iba cubierto con la Bandera Nacional.
Las expresiones de dolor no se hicieron esperar.
Deudos y policías exigen justicia
El féretro del policía municipal fue sacado de la camioneta y cargado en hombros por sus compañeros, familiares y amigos.
Los elementos de la Policía Municipal también rompieron en llanto, embargados por la impotencia.
Un joven elemento policiaco recibía su último adiós, mientras que la delincuencia se sigue apoderando de la ciudad de Juchitán.
Se espera justicia por parte de las instituciones que investigan el crimen de este joven, que fue abatido a tiros metros antes de llegar a su domicilio particular por dos sicarios en motocicleta, quienes quienes lograron huir.
