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Ola de calor, un riesgo para cultivos del campo en el Istmo

Foto(s): Cortesía
Itzel Guizar

Angel Mendoza

TEHUANTEPEC, Oaxaxa.- Las temperaturas que alcanzan hasta 40 grados en la región, podrían representar un riesgo para el campo.

La ausencia de lluvias durante los últimos días elevan las temperaturas, provocando daños a las cosechas de temporal. Los productores ven este ciclo agrícola un tanto difícil pues, aunque ya sembraron y la cosecha está en su fase de crecimiento, temen que no se vaya a dar la producción.

El campesino Federico Aguilar dijo que las tierras de las partes bajas son las más afectadas por esta ola de calor, en donde se reportaron al iniciar la canícula temperaturas superiores a los 40 grados.

Afirmó que desde hace varios días no llueve en la zona, cae una pequeña lluvia, pero no es suficiente como para humedecer el terreno de cultivo, son más intensos los calores que el agua que cae.

El calor está muy fuerte, y por suerte, no se tienen todavía reportes por pérdidas, sin embargo, de continuar con las altas temperaturas, pronto estaremos hablando una crisis en el campo, dijo.

Por su parte, el campesino Oscar Jiménez, de la comunidad de San Vicente Mazatán, agencia de Tehuantepec, comentó que las altas temperaturas afectan la polinización de los cultivos y esto representa un descenso en el rendimiento. Esto generará una baja en la producción, lo cual se asocia a los incrementos en los precios de algunos productos.

Es una situación muy complicada la que están atravesando las personas del campo debido a la ola de calor, sobre productos como el maíz, ajonjolí y otros, expresó.

Es lamentable que cualquier exceso en los fenómenos climáticos es perjudicial tanto el calor como a veces tanta lluvia y en ocasiones el frío, aunque este último es más en las comunidades de la sierra.

Las altas temperaturas entre los 35 a 40 grados han venido a perjudicar al sector agrícola, al grado de poner en aprietos la producción para el sustento familiar y alimentación de los animales, indico. 

En los últimos años, la amenaza de sequía se mantiene, por lo que urge que lleguen las lluvias, para evitar una crisis en el campo.