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7S: Liliana perdió su hogar hace 6 años

Foto(s): Cortesía
Amando Orozco

JUCHITÁN, Oaxaca.- Han pasado seis años desde el terremoto del 7 de septiembre de 2017 y aún hay cientos de familias damnificadas que siguen sin hogar.

En la comunidad zapoteca de Unión Hidalgo, Liliana Bernal, de 43 años, quien vive desde ese entonces en una casa de láminas, recordó que su madre, fallecida hace cuatro meses, se fue con la ilusión de tener nuevamente una vivienda.

Han sido años muy difíciles, pues este espacio hecho de manera provisional, ubicado en el barrio Palmero, no cuenta con las condiciones necesarias para que ella y sus dos hijos, un joven de 25 años y un menor de 11, vivan dignamente.

“Era una casa de mi mamá, una casa de tejavanas; vino el terremoto y acabó con todo, ya no pudimos reconstruirla”.

Liliana Bernal reveló que, en su momento, ella recibió el apoyo por parte de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu); sin embargo, el recurso lo utilizaron para los gastos que les dejó la muerte de su padre.

“Mi papá murió esa noche del terremoto; una pared le cayó encima. El apoyo que nos dieron lo ocupamos para los gastos y ya no pudimos construir otra vez la casa”.

Narró que esa trágica noche, todos estaban en la vivienda, cuando comenzó a temblar, “mis papás estaban adentro  acostados. Solo mi mamá logró salir, pero mi papá no, pues le cayó una pared encima”.

 

A pesar de los esfuerzos por salvarle la vida, su padre falleció en la clínica donde lo habían llevado para recibir atención médica, “no se pudo salvar porque tenía destrozadas las costillas”.

Hoy, doña Liliana sigue viviendo en la pequeña vivienda de láminas de zinc, que les regalaron algunos vecinos; además tiene otro espacio, también de lámina, que le regaló una congregación de menonitas.

“Fue en golpe muy doloroso que hasta ahorita no podemos asimilarlo; ya no es igual, todo cambió para nosotros”, señala acongojada con su salud mermada por un problema de bronquitis que le detectaron hace tres meses y la impide hacer empanadas y elotes para vender.

“No nos alcanza el gasto, a veces hay para comer y a veces no. Tengo un hijo que va a la escuela y primero saco para él”.

Doña Liliana espera que alguna autoridad los pueda ayudar para poder reconstruir su casa, “se los vamos a agradecer bastante”.