El 31 de mayo de 2019 fue un día triste para Pedro Ignacio Martínez Noriega y también para Alma Minerva Cruz Bohórquez, pues su hijo, el doctor Miguel Ángel Martínez Cruz, fue asesinado en el municipio de Salina Cruz, en la región del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca.
Mediante una misiva, ambos padres de familia indicaron que la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) no tienen ningún resultado sobre este crimen, lo que para ellos representa una severa falta de contundencia por parte del organismo encargado de la procuración de justicia.
De acuerdo con declaraciones de Pedro Martínez Noriega, su hijo desapareció del Hospital de Especialidades en Salina Cruz, en la región del Istmo de Tehuantepec, y dos días después su cuerpo fue hallado calcinado.
De acuerdo con Martínez Noriega, en las cámaras de seguridad del nosocomio se puede observar al galeno entrando a las instalaciones; no obstante, jamás se le vuelve a ver. Al no dar con el paradero de su hijo, los padres de familia levantaron la denuncia correspondiente y fue posteriormente cuando en un vehículo fue localizado el cuerpo incinerado del doctor.
Exámenes médicos
Exámenes médicos posteriores revelaron que no había restos de alcohol ni otro tipo de drogas en el organismo de infortunado galeno. Posteriormente, Pedro Martínez informó a la Fiscalía General de Oaxaca que el estado de cuenta bancaria de su hijo arrojaba una serie de datos con diversos retiros irregulares; no obstante, jamás se registraron avances al respecto.
Loa padres de familia del médico fallecido indicaron que en la FGEO existe escasez de recursos, pues elementos y el Ministerio Público en muchas ocasiones argumentaron que no contaban con gasolina, hojas, copias, vehículos y demás cosas vitales para realizar las indagatorias correspondientes.
Finalmente, el padre del fallecido, indicó que Rubén Vasconcelos Méndez, ex fiscal del estado, destinó más recursos económicos y físicos en otros casos considerados “mediáticos”, mientras que las demás investigaciones los dejó sin resolver.
