TEHUANTEPEC, Oaxaca.- Con el inicio de las posadas este sábado, se volverá a escuchar durante varios días el “dale, dale, dale, no pierdas el tino porque si lo pierdes, pierdes el camino”, y los artesanos que se dedican a la elaboración de piñatas tendrán un respiro en su economía.
"Este diciembre como todos los años, y mientras Dios me preste vida seguiré elaborando piñatas para no perder esta bonita tradición llena de colores", afirma Humberto Zurita.
Para Zurita la llegada de las posadas es un alivio para él y todos aquellos que se dedican a la elaboración de piñatas, no solo en estas fechas, sino de manera permanente.
La tradición de las piñatas data de mucho tiempo atrás, aunque no hay una fecha exacta de cuándo llegaron a nuestro país, pero se cree que fue durante la conquista española cuando las piñatas adquieren un carácter religioso, expresa Zurita, según sus fuentes consultadas.
Existen varias versiones sobre el origen de las piñatas, uno de ellas se remonta a la antigua China, en los viajes de Marco Polo. En una de sus travesías por Asia observó cómo se rompía la figura de un buey relleno de semillas para celebrar el Año Nuevo chino. Posteriormente, la tradición es llevada a Italia, de ahí pasó a España y finalmente, traído al Nuevo Mundo por los españoles.
Diciembre representa para el comercio una de las épocas de mayor movimiento, se entiende la cadena de suministro de producto que son posible gracias al trabajo de miles de personas, dice el historiador Mario Mecott.
Es común el aumento de tráfico de compradores durante los días previos a la Navidad y año nuevo, pero es cuando hay más ventas, y uno tiene que aprovechar el momento, porque no es de todos los días, relató.
