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Vida digna, la aspiración

Foto(s): Cortesía
Ángel Mendoza

TEHUANTEPEC, OAX.- Adultos mayores sufren abandono de sus familias, a diario es común verlos en los parques, plazas y calles de la ciudad buscando la caridad de las personas para tratar de sobrevivir.
Desde temprano se encuentran sentados en las jardineras de los parques o en algún otro espacio del centro de la ciudad, en espera de almas piadosas.


Algunas de estas personas también llegan a parar a las casas de asistencia social, pero son contados, la mayoría se encuentran en las calles, no son valorados por sus familiares, quienes los abandonan a su suerte.
Son escasas las personas que cuentan con apoyo gubernamental, los pocos esperan por mucho tiempo la llegada de su apoyo.
 


Raymundo, el aseador de calzado


Raymundo Cruz es una de tantas personas que se encuentran en la calle, en espera de que alguien le tienda la mano. En su juventud fue labrador, pero con los años dejó el oficio porque cada vez tiene menos fuerza para desempeñar el trabajo.


Para irla pasando empezó a emplearse como aseador de calzado de manera independiente, en los parques y en las oficinas de gobierno se le va la vida, dice.


La competencia es mucha y el trabajo escasea. Sin bien le va, se lleva sus 30 y en ocasiones hasta 100 pesos, pero eso sí, debe comenzar desde muy temprano y hasta que se oculte el sol.
Raymundo tramitó hace cinco meses el programa 65 y más, pero le dijeron que esperara seis meses para recibir su primer apoyo, mientras tanto no la ve llegar, la vida cada vez le resulta difícil, recalcó.


En su casa, ya no lo toman en cuenta porque no aporta nada, sus hijos hicieron su vida, cada uno tomó rumbos diferentes.
 


Las cifras negras


Estimaciones del INEGI dan cuenta que la población de 60 años y más tiende a crecer rápidamente, lo que indica que el acceso y calidad a los sistemas de salud no están listos para afrontar la demanda. La falta de un programa social que permita a los adultos mayores vivir una vida cómoda a su edad es irreal, pues más de la mitad vive con dependencia económica, y solo tres de cada 10 mantiene una pensión o tiene ingresos fijos por ahorro o beca.