CIUDAD IXTEPEC, Oaxaca.- Maritza sube al camión que se dirige a Ixtepec, ante los pasajeros relata que es de Honduras, de San Pedro Sula, de donde salió con otra integrante de su familia y una niña de seis meses, por eso dice que para subsistir ofrece unas pulseras o lo que puedan darle.
La joven adolescente se refugia en el albergue Hermanos en el Camino fundado por el Padre Alejandro Solalinde, a donde vuelve luego de una larga jornada ofreciendo sus pulseras o recibiendo algunas monedas de los que se apiadan de ella.
Ella es una de las decenas de inmigrantes que ya están en la región del Istmo en su camino a los Estados Unidos y que recorren las calles de las principales ciudades de la región mostrando sus credenciales que los identifican como centroamericanos y pidiendo un apoyo para seguir adelante en su camino o para comer.
Esta ciudad es donde se ven en mayor número, descansan cerca de la estación de trenes, cerca de las vías, bajo los árboles se ven en grupo, con sus mochilas a las espaldas, ya se han vuelto parte de la ciudad, en donde los ciudadanos se dividen en su percepción de ellos, una parte los tolera y otros consideran que el padre Solalinde no debió fundar el albergue y por eso proliferan en la ciudad.
Mientras tanto, en la frontera sur han pasado por miles en una gran caravana inédita por su número.
