SALINA CRUZ, Oaxaca.- Colores llamativos, olores inigualables se pueden disfrutar y admirar en la avenida 5 de mayo y calle Guaymas. Los comerciantes están listos para ofrecer a todos los salinacrucenses lo necesario para sus altares de muertos. Los días 1 y 2 de noviembre los vivos recibirán la visita de las ánimas que vienen del más allá, y para ellas preparan un gran recibimiento.
Se han instalado 200 puestos.
Los perfumes del cempasúchil, mandarina, tejocotes, manzanas y dulces de calaveritas son los más destacados. La vista se ilumina con las veladoras que sirven para alumbrar el camino de las ánimas. El incomparable olor del pan de muerto seduce a propios y turistas.
En uno de los puestos instalados se encuentra doña Antonina, una sexagenaria dedicada a la venta de productos como el chocolate, dulce de coco y cacahuates. Desde hace 20 años expende este tipo de productos en Salina Cruz, esta nativa de Tehuantepec.
Durante esta temporada, ella viajará diariamente para poder ofertar sus productos, pues en su comunidad de origen no tiene un espacio para la venta de sus productos. A esta mujer la acompañan su hija y su nieta, que poco a poco van aprendiendo la vida del comerciante, para que en un futuro la más pequeña de la familia no deje morir esta tradición.
Doña Antonina espera y pide al creador que este sea un buen año en sus ventas. “Espero en Dios que este sea nuestro año, ha sido una temporada difícil por todo lo que se ha vivido en el estado, pero no pierdo la fé ni la esperanza, aunque sea poquito que venda pero que mis productos no se echen a perder, tengo precios accesibles, espero que si pueda vender”, señaló.
Antonina se dice preparada para empezar sus ventas aunque aún no se instala del todo, se espera que entre el día viernes y sábado ya esté todo listo.
“Mi nieta está aprendiendo el oficio de comerciante, a su edad traía a mi hija la cual aprendió y le gustó, y también se dedicó al comercio, ahora ella (mi nieta) quiero que también lo aprenda para que sepa el trabajo y sacrificio para sacar el pan de cada día, el día de mañana que yo o mi hija falte, ella se quede con el negocio si así lo desea”, dijo.
Sin embargo, la señora Reyna Montero, lamentó que cada año sean menos los puestos que se instalen en esta vendimia. Esto obedece, consideró, a que "la situación económica ha obligado a muchos a dejar de vender".
De acuerdo con el padrón del Ayuntamiento, eran 300 los vendedores que se instalaban durante esta temporada.
