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El COVID-19 apagó la fiesta de mayo por el Puerto de Salina Cruz

Foto(s): Cortesía
Redacción

SALINA CRUZ, Oaxaca.- Hoy, la explanada municipal luce vacía. No está rebosante de adornos multicolores ni de mujeres salinacrucenses portando orgullosas sus trajes regionales; no hay hombres con guayabera y no se disfruta de la algarabía de la tradicional Fiesta Pueblo. El festejo que se ideó luego de que Benito Juárez otorgara a Salina Cruz la denominación como Puerto de Altura en el año de 1872. 


De acuerdo con referencias obtenidas de diversas personas consultadas en el puerto, hasta esta fecha no hay indicios de que se hubiera suspendido en alguna ocasión esta celebración, con todo y las diversas crisis que ha atravesado la población a lo largo de su historia.



Este año, el coronavirus logró lo que ni las protestas sociales y sindicales del año pasado consiguieron: cancelar la Fiesta Pueblo. Éste es un 12 de mayo, por mucho, diferente para Salina Cruz. 


El historiador Fernando Villalana, vecino de esta ciudad, relató que de acuerdo a diversas referencias, incluyendo una nota periodística, en tiempos de crisis -allá por los años 30 cuando el puerto estuvo cerrado-, los pobladores no dejaron de celebrar esta tradicional e importante festividad de Salina Cruz.


Indicó que en dicha nota se narra de la importancia que tenía esta fiesta a nivel regional, pues acudía gente de Juchitán, Tehuantepec y de toda la región, viajaban en ferrocarril y se hospedaban en hoteles como el Guasti, Tehuantepec y otros más que había por esos años. Lo que representaba, sin duda, una importante derrama económica para el puerto. 


La Fiesta Pueblo en Salina Cruz que se lleva a cabo del 10 al 12 de mayo, desde que fue instituida a la fecha, genera nostalgia entre los adultos mayores, pues los regresa a la época de bonanza del que llaman popular y cariñosamente el Puerto de las Maravillas. 


No hay adulto mayor que en la ciudad no eche los recuerdos hacia atrás cuando se le inquiere sobre esta celebración. Fernando Villalana recuerda que hace muchos años la gente estrenaba ropa en esta importante fecha, además de fin de año en esta fecha; por igual los padres de familia adquirían para su familia ropa y permitían a los menores comprar el famoso Chocomilk.


A los niños les gustaba subirse a los “caballitos” y caminar en derredor del parque central, que es donde se instalaban comerciantes y los juegos mecánicos, mientras la fiesta transcurría también en las cercanías, cuestiones que han variado mucho desde que tiene recuerdo en comparación con estos tiempos.


Hasta antes de los años 60, la reina de la fiesta era nombrada a través de un concurso y las otras dos participantes eran las princesas, contrario a lo que sucede actualmente donde es el presidente el que nomina a quien será la soberana. 


Por su parte, Francisco Carlock, vecino reconocido de esta ciudad, opinó que con el paso de los años, la forma de celebrar el 12 de mayo ha ido cambiando y uno de las cambios más notables es el de las orquestas musicales que amenizan la festividad y que suelen ser el termómetro que utiliza la ciudadanía para medir la eficacia del edil en turno, que es el encargado de financiar la Fiesta Pueblo. 


Dijo que no es necesario traer grupos de fuera, cuando en la región existen conjuntos musicales de gran valía, además de que interpretan magistralmente los sones regionales. 


EL APUNTE


En 1872, justo el 12 de mayo, el entonces Presidente Benito Juárez otorgó la denominación de Puerto Altura. Ante tal decreto, se ordenó tres días de fiesta.