Pasar al contenido principal
x

¡Cuéntame más!

Foto(s): Cortesía
Itzel Guizar

Actualmente, la salud mental se ve amenazada o a diario, debido a las condiciones particulares de cada país, las desigualdades socioeconómicas, los conflictos bélicos y la violencia. En el Día Mundial de la Salud Mental debemos saber que se trata de un trabajo y un esfuerzo permanente.

El esfuerzo por diagnosticar y tratar trastornos de salud mental en edades tempranas reduce el coste financiero en el futuro y evita todo tipo de problemas derivados, como puede ser el suicidio.

La crisis ambiental también impacta a la salud mental 

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) resalta que los cambios en el clima, el ruido, el aire contaminado y los químicos afectan a la mente.

Cambio climático

Ansiedad y estrés asociado a preocupaciones sobre la crisis climática son impactos que crecerán debido a la exposición a altas temperaturas, eventos climáticos extremos y pérdidas económicas y sociales vinculadas al clima, señala el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).
 
 Cada vez son más fuertes y duraderos los impactos del cambio climático en el bienestar mental de las personas, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Uno de sus informes recientes muestra que se reportan ansiedad, depresión y estrés después de eventos climáticos extremos.

 
Contaminación acústica

 A medida que las ciudades crecen, la exposición prolongada a niveles de ruido deteriora la salud mental de las personas al interrumpir su sueño, apunta un reporte del PNUMA. Aeropuertos, autopistas, instalaciones industriales y vías férreas son algunas fuentes del ruido.
 
 En Europa, por ejemplo, 22 millones de personas reportan tener molestia crónica al ruido y 6.5 millones de personas experimentan perturbaciones de sueño. Los adultos mayores, las mujeres embarazadas y los trabajadores que rotan turnos están en mayor riesgo.

Contaminación del aire

La OMS indica que la calidad del aire es uno de los factores que determinan la salud mental.
 
 De acuerdo con la organización, altos niveles de partículas suspendidas PM2.5 impiden el desarrollo cognitivo de las niñas y los niños, mientras que niveles elevados de contaminación del aire pueden resultar en problemas psicológicos y conductuales en etapas tardías de la niñez. Por ejemplo: ansiedad, depresión y trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), según un reporte de la Unicef.

 
Contaminación química

La presencia de químicos en el medio ambiente es un problema mundial de salud. Su manejo adecuado es esencial para evitar riesgos tanto para la salud humana como para la de los ecosistemas.
 
 Una investigación de la Unicef dio a conocer que casi uno de cada tres niños posee un nivel de plomo en su sangre asociado a una caída en la inteligencia, problemas de comportamiento y dificultades para aprender.