Se presume que el señor Leobardo “N”, iba en estado de ebriedad, por lo que sus reflejos habían disminuido y al momento de ingresar al agua ya no pudo salir.
En su descontrolada carrera, el taxi del sitio “Salina Cruz” volcó y quedó con las llantas hacia arriba. Pese al aparatoso accidente, el taxista resultó ileso.