TEHUANTEPEC, Oaxaca.- Cuando el mundo entero vive momentos caóticos, a raíz de la pandemia por coronavirus, la comunidad católica de esta localidad pidió a Santo Domingo de Guzmán que interceda por la vida del Istmo, sus costumbres, las familias y porque les aumente la fe en Dios en tiempos como el que se vive actualmente.
Frente a la imagen religiosa, este martes -el Día Grande de la celebración patronal en Tehuantepec-, los creyentes que participaron en la celebración litúrgica y el sacerdote oficiante oraron por el fin de la pandemia, pidieron la intervención de Santo Domingo de Guzmán para que médicos e investigadores aplaquen el virus de la COVID-19, y confesaron su preocupación por la fragilidad de las personas.
El sacerdote Angel Solís afirmó que la pandemia ha traído mucha tristeza y desánimo en las familias de Santo Domingo Tehuantepec como en toda la región del Istmo y el país.
Ante este panorama, exhortó a los feligreses a no tener miedo, pues todos estamos en el mismo barco, donde Cristo es el que dirige el timón, expresó el clérigo.
Sostuvo que es preciso no caer en el temor, como los apóstoles cuando iban al mar y los alcanzó una tormenta, mientras Jesús dormía plácidamente. Los apóstoles pensaron que el barco se hundía y fueron a despertar a Jesús, pero éste respondió “no seamos hombres de poca fe”.
El sacerdote especificó a la Congregación que cuando salieran de la iglesia cada uno se dirigiera a su casa, siguiendo las recomendaciones de las autoridades de salud sobre la pandemia, “vayan con mucha fe, y ojalá no exista algún cansancio o dificultad en nuestra vida".
“Podrán faltarnos cosas materiales, pero la fe en Dios no. En su hijo Jesucristo y la enseñanza de los grandes santos que nos acercan cada día a Jesucristo para que sea una bandera que llevemos nosotros los cristianos”, expresó el sacerdote católico.
El prelado puso como ejemplo a Santo Domingo de Guzmán, un hombre alegre y con una gran fuerza de llevar el evangelio, a quien exhortó a la comunidad católica pedir su intercesión por el Istmo, la Diócesis, que haya paz, tranquilidad, que se aleje todo contagio y enfermedad.
La celebración litúrgica se llevó a cabo a puerta cerrada el mediodía de este 4 de agosto en la iglesia El Sagrario, ante un reducido número de invitados y únicamente participaron mayordomos, shuanas y unos cuantos feligreses.
Esta vez no hubo el tradicional convivio, ni procesión por las principales calles de la ciudad; la pandemia opacó la celebración patronal.
