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Guardianes de la playa, salvando a la tortuga en Huamelula, Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

Morro Ayuta, San Pedro Huamelula.- El sol, tímido como pocas veces, deja entrever sus primeros rayos mientras las olas luchan por rebasar sus límites. Durante la luminiscencia de la aurora y buscando el cobijo de la arena, una inmensa tortuga golfina hace su aparición; al sentirse descubierta da marcha atrás y se esfuma en la inmensidad del océano Pacífico, volverá más tarde.


La playa Morro Ayuta, ubicada en el municipio de San Pedro Huamelula, en el Istmo de Tehuantepec, es testigo de uno de los acontecimientos más alucinantes del mundo: el desove y la eclosión de millones de tortugas.


Aquí labora Guillermo González Padilla, quien es biólogo coordinador del Campamento Tortuguero de Morro Ayuta desde hace nueve años. “Esta playa presenta un fenómeno muy interesante, pues cada año llegan de miles hembras de la tortuga golfina para desovar”.


Gracias al trabajo que han realizado, el número de tortugas que arriban cada año a esta playa a crecido en un 900%, desde 1993 cuando inició el proyecto.


La playa, que tiene una longitud de 15 kilómetros, depende la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp). Además de las golfinas, también llega la tortuga prieta y la tortuga laud.


TORTUGA GOLFINA

NOMBRE CIENTÍFICO; Lepidochelys olivacea

TAMAÑO: 75 centímetros

PESO: 45 kilogramos

CARACTERÍSTICAS: Cabeza mediana, cónica y termina en punta. Dos pares de escamas frontales en la cabeza. Boca en forma de pico córneo y bordes lisos.

HABITAD: Oceáno Pacífico, Atlántico. En México tiene arribazones masivas en Oaxaca y Michoacán.

ALIMENTACIÓN: Cangrejos, camarones, langostas, medusas, tunicados, salpas e incluso alpas.

ESTATUS: En México, en peligro de extición; en el mundo, vulnerable

*Fuente: CONABIO (Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad).


 


Un largo camino


Trabajan además con la coordinación del Centro Mexicano de la Tortuga y desde 1993 realizan actividades de protección de esta playa.


“En 1993 para nosotros una temporada alta era de 200 mil tortugas. Ahora, en esta temporada llevamos seis arribadas y estamos iniciando la séptima y ya tenemos un registro de más de 2 millones 200 mil tortugas”, resalta González Padilla.


Con el aumento de la población de los quelonios, también se ha incrementado las arribazones, en 1993 tenían alrededor de cinco o seis en la temporada, actualmente tienen un promedio de 10 a 12 arribadas. El registro histórico es de 14 arribadas por temporada.


Su base la tienen en la comunidad de Río Seco, del municipio de San Pedro Huamelula.



Una a una, las tortugas luchan por sobrevivir. FOTO: Mario Jiménez

Trabajan con las comunidades


Parte fundamental de los esfuerzos de protección que se ha hecho en esta playa, se deriva que han trabajado con diversas comunidades aledañas y poseen programas de protección que trabajan en conjunto como: programas de conservación, de concientización y de educación ambiental, declara el encargado de la playa.


“Las comunidades que trabajan con nosotros son Río Seco, Paja Blanca y Tapanalá, con las cuales establecemos programas de subsidio, como empleo temporal o programas de conservación para el desarrollo sostenible”, reconoció González Padilla.


Las comunidades han logrado avances importantes en la conservación de la playa, “porque a final de cuentas también es un aprovechamiento que ellos hacen a través de estos programas y del turismo”.



La comunidad se ha convertido en aliada de los investigadores en la protección de los quelonios. FOTO: Mario Jiménez

Oaxaca, santuario de tortugas


Oaxaca es el estado de mayor importancia de anidación de tortuga golfina a nivel nacional, pues presenta dos playas de importancia a nivel mundial: el Santuario de Escobilla y la playa Morro Ayuta.


“Tan sólo en estas dos playas, en una temporada registran hasta tres millones de anidaciones de tortuga golfina. Esta parte del Pacífico mexicano se podría decir que es la zona más importante de todo el Pacífico continental en el reclutamiento y protección de esta especie de tortuga”, detalla Guillermo González .


Escobilla y Morro Ayuta seguramente son las dos playas más importantes del mundo en cuanto a anidación de tortuga golfina, explicó el encargado de este santuario tortuguero.


“Estamos felices por los resultados en los últimos años, hemos visto un incremento de la población de la tortuga golfina y pues esto es gracias al trabajo de muchas personas e instituciones”.



La madrugada y la noche, son los momentos de desove. FOTO: Mario Jiménez

Tras 25 años, el gobierno estatal se asoma


Por primera en 25 años de trabajo han tenido un acercamiento del gobierno estatal, con el objetivo de trabajar en conjunto, y puede llegar a fructificar un convenio de colaboración.


“Somos cuatro personas en el campamento y contamos con una camioneta, una cuatrimoto, tenemos un establecimiento en playa donde tenemos cocina para estar en esta playa todo el año, realizando las actividades de monitoreo y de protección”, detalló González Padilla.


Aparte del gobierno federal, diversas organizaciones nacionales e internacionales apoyan a la playa Morro Ayuta, “yo pertenezco al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo que se llama Peanut, que tiene convenio con la Conanp. Costa Salvaje entre otra ONG`s han sido parte fundamental para los trabajos. Y colaboramos con alrededor de 100 a 120 personas de las comunidades”, finalizó el biólogo.



Un largo camino de la playa al mar. FOTO: Mario Jiménez

Saqueos, un grave problema


Para Guillermo González la problemática del saqueo de huevos de tortuga marina sigue siendo grave, sin embargo, también destaca que se ha avanzado.


“Seguimos teniendo problemáticas de saqueo de huevos de tortuga marina, sin embargo, con el paso del tiempo ha bajado considerablemente la incidencia. En 1999, cuando vine por primera vez a esta playa, llegamos a encontrar de 100 a 150 personas que estaban saqueando”.


Afirma que en la actualidad han encontrado grupos de entre 10 y 20 personas, por lo que para él, los programas de protección han dado resultados.


Los biólogos son los que están de planta en este lugar, por lo que ven todos los días a los saqueadores sin poder hacer nada, “vienen los inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Armada de México”.


De la cantidad de huevos depende la pena, inclusive pasar hasta 30 años en la cárcel.



Los saqueadores son una amenaza que ni los Marinos han erradicado. FOTO: Mario Jiménez

Tiene que ver mucho con la falta de oportunidades de la zona, explica el biólogo, “es por eso que a través de los programas que se ponen en marcha, tratamos de subsanar el saqueo de los huevos y beneficiar con ello a la tortuga marina”.


Turismo, una opción


El amanecer y atardecer en la playa Morro Ayuta son únicos, su apacibilidad, tranquilidad y soledad, además de las tortugas, la convierten en un lugar extraordinario.


“Poco a poco empezamos a tener programas de turismo con las comunidades, ahorita estamos trabajando un proyecto de ecoturismo en el que ellos tienen una palapa, un restaurante, cabañas de renta, con lo que se pretende aprovechar el recurso natural para que la gente pueda venir y observar estos fenómenos, además de dejar una derrama económica”, afirmó el biólogo.


En estos momentos, durante la temporada pueden llegar entre 400 y 500 personas para disfrutar de la majestuosidad de esta playa.



Las tortugas golfinas son símbolo y razón de esta comunidad del Istmo. FOTO: Mario Jiménez

Eran cuatro a caballo


A las 18:30 horas el sol había desaparecido, la playa Morro Ayuta parece solitaria, pero tiene más vida que nunca: cientos de tortugas han comenzado a desovar desde hace horas.


Y con esto, también hacen su aparición ellos, los que vienen a caballo. Cuatro que se acercan en el horizonte, con sombrero, machete y costales.


Aún no llegan a la zona de desove, pero cada vez están más cerca. Saben que hay que tener paciencia.


Por su experiencia saben dónde buscar y las señales que dejan las tortugas golfinas, “las aletas dejan la marca en la arena, donde escarbaron y hacia donde fueron”, dice uno.


Son las 20:30 horas, sólo la luz de la luna guía sus pasos, han tenido suerte, no son tantas tortugas como otras noches, pero no hay mucha competencia.


“Llevó mil huevos, espero completar los 4 mil está noche”, indica un joven de 20 años que no deja de escarbar en la arena.


“Depende del caballo el número de huevos que podemos llevar, los que más llevan son 5 mil en una noche”, afirma otro que ya lleva medio costal.


El miedo a la Marina los hace ir lentos y haciendo señales con sus lámparas. Durante toda la noche se apoderarán de los huevos de las tortugas y de los marinos, ni sus luces.


A las 21 horas, en cuatro de los 15 kilómetros se encuentran 20 saqueadores, si se cumplen los pronósticos, al menos 60 mil tortugas no tendrán la oportunidad de al menos intentar sobrevivir.


En la oscuridad de la noche


--¡Te voy a romper la madre!


Un jinete se acerca, el caballo luchando con la arena llega en cinco pasos.


--¿Eres marino?


--Soy reportero.


El sonido de las olas hace imposible escuchar la voz uno del otro.


-Contéstame.


--Ya le dije, soy reportero, hacemos un reportaje sobre las tortugas.


El saqueador se acerca temeroso, de los más de 20 que hemos visto es el único que se torna violento.


La oscuridad de la noche no ayuda, afortunadamente el hombre se calma.


--Mira, lo hacemos porque tenemos necesidad, llevamos muchos años haciéndolo.


Los rumores de que la Marina ya viene lo pone nervioso, sin embargo, sólo es eso, rumores.


Se aleja como llegó, sigiloso y con un buen botín sobre su caballo.