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Liliana, la mujer rarámuri que soñaba con ser policía

Foto(s): Cortesía
Itzel Guizar

Agencia Reforma

Liliana Moreno Holguín, de origen tarahumara forma parte del grupo de Proximidad Social, un programa de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE) que opera en esta frontera desde septiembre del año pasado.

De niña soñaba con ser policía para combatir la violencia, ahora por primera vez, forma parte del grupo de Proximidad Social, un programa de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE) que opera en esta frontera desde septiembre del año pasado.

Liliana de origen rarámuri recorre las calles de Ciudad Juárez, en Chihuahua, para combatir la violencia.

Aunque nació y creció en Chihuahua, capital, la mujer de 21 años se considera originaria de la comunidad de Norogachi, Municipio de Guachochi, donde nacieron sus padres, quienes se trasladaron a esta ciudad para salir adelante.

De sonrisa abierta y franca, la rarámuri recuerda que desde pequeña quiso ser policía e incluso le comentó a su madre, quien es costurera, que algún día la vería conduciendo una patrulla.

Ahora se dedica a cumplir sus sueños ser policía estatal, desde marzo del 2021, se integró a las filas de la SSPE, tras realizar seis meses de formación inicial como policía preventiva en el Instituto Estatal de Seguridad Pública (IESP), internada en el Complejo Estatal de Seguridad.
 
Cuenta que allí aprendió los fundamentos básicos legales, y cursó el adiestramiento al que cualquier elemento se somete cuando desea formar parte de la corporación.
 
Reveló que tras su llegada a la academia policial tuvo en sus manos un arma por primera vez y ahora maniobrarla es parte de su rutina diaria.

Orgullosa de sus orígenes en Chihuahua  La joven se dice orgullosa de ser una mujer e integrante de una comunidad indígena pionera en integrarse a una corporación policiaca.

 "La verdad que me siento orgullosa, porque en sí es muy difícil para entrar en esto y más si uno es tarahumara, me siento orgullosa de ser una policía tarahumara".

Moreno Holguín puntualizó que no se ha sentido discriminada por su origen en la SSPE, pero a lo largo de su vida sí lo ha sido en diferentes momentos.

 "En sí, siempre me han dicho que no, que no se puede, aparte por ser mujer que no, y luego ahora dice uno que es tarahumara, pues es difícil, pero, pues gracias a Dios aquí andamos".
 

Busca apoyar a su comunidad

Para muestra de orgullo, Liliana celebró el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, conmemorado este 9 de agosto.
 
 Aunque en su jornada laboral usa su uniforme policíaco, cuando se encuentra de descanso usa su traje tradicional tarahumara con orgullo, y también se comunica en rarámuri para preservarlo.
 
 Contó que el entorno en el que creció en la ciudad de Chihuahua la empujó aún más a integrarse a la corporación.

"Vivo en un asentamiento (en la Capital) donde hay mucho maltrato a las mujeres, a los niños, mucha drogadicción, y eso me hizo meterme aquí a la policía", cuenta.

Por ello, aunque no forma parte de sus obligaciones directas, imparte pláticas a jóvenes en colonias, o realiza actividades recreativas con niños y adolescentes, para evitar que caigan en el consumo de drogas o en la delincuencia.
 
 Además, orienta a padres de familia en estos temas.
 
 A partir de integrarse a la policía, Liliana consideró que ha visto pequeños cambios en el lugar donde reside su familia, en el sur de Chihuahua Capital.
 
 "Sí se ha diferenciado un poquito más, porque como ven que una persona está progresando, los demás quieren seguir el mismo paso tanto como niños que adolescentes".
 

Combinaba el trabajo con estudios

Liliana antes de ostentar su placa, la joven estudiaba gastronomía en la Universidad Vizcaya de las Américas en Chihuahua, al tiempo en que trabajaba para solventar sus gastos.
 
 "A veces me iba a limpiar las casas o cuidaba niños, llegué a trabajar en un Oxxo, como cajera", cuenta mientras sostiene su arma larga, junto a una patrulla en la que sale a recorrer las calles fronterizas.
 
 La carrera de gastronomía la dejó trunca para convertirse en agente, pero busca ingresar a estudiar la carrera de Derecho.

 Actualmente, patrulla la vía pública en zonas conflictivas en una jornada de las 14:00 a las 22:00 horas, aunque a veces se extiende cuando existe una emergencia.
 
 Los casos que más le han tocado atender son violencia contra la mujer y robo de vehículos.