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Exigen estudio de suelo en San Mateo del Mar, Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

Antes de iniciar la construcción de las primeras 12 viviendas para los damnificados de San Mateo del Mar que dejaron los terremotos de septiembre de 2017, la Fundación Loyola de la Orden de los Jesuitas elaboró un estudio de mecánica de suelos porque está asentada esa comunidad huave en un terreno arenoso.


De acuerdo con un reporte de la institución, el Programa de Reconstrucción de Vivienda y Vida Digna beneficiará principalmente a los afectados que no fueron integrados en el censo levantado por la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu).


En esta actividad, participan las universidades jesuitas, como el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), situado en Tlaquepaque, Jalisco, la Universidad Iberoamericana, localizada en la Ciudad de México, y el Instituto Superior Intercultural Ayuuk (ISIA), ubicado en el municipio mixe de Jaltepec de Candayoc.


Suelo arenoso


Según el profesor del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano del ITESO, Gerardo Cano Díaz, la aplicación de una investigación previa era necesaria para conocer las condiciones del suelo, antes de levantar cualquier tipo de construcción, porque la comunidad se ubica en una franja de arena, entre la Laguna Superior y el Océano Pacífico,


“Las casas, las escuelas y los mercados fueron construidos sobre dunas de arena y esto, combinado con la proximidad de los mantos freáticos, provocó que se hundieran y se resquebrajaran”, asentó.


Para esto, detalló que un equipo de académicos y especialistas hizo varias perforaciones a una profundidad de cinco metros para conocer la compactación del suelo.


En algunas zonas –asentó–, la arena analizada estaba más suelta, sobre todo en las orillas de la Laguna Superior y el mar, y en otras, mucho más compacta.


Ante esto, el académico dijo que se ha recomendado a los damnificados fortalecer y mejorar el suelo para tener una mejor cimentación de la vivienda y utilizar material ligero, en vez del block de concreto.


Mientras tanto, el director de la Fundación Loyola, el sacerdote Sergio Octavio Cobo González dijo que en el Programa de Reconstrucción de Vivienda y Vida Digna participarán los damnificados porque fue diseñado como de autoconstrucción.


Subrayó que la intervención de las familias damnificadas permitirá juntar dos realidades, la cultura indígena y la asistencia técnica, pero sobre todo, respetar la arquitectura tradicional de la comunidad, porque no se impondrá ningún modelo.