Pasar al contenido principal
x

Renuevan promesa sacerdotal en Misa Crismal en Tehuantepec

sacerdote-y-monaguillos
Foto(s): Cortesía
Redacción

Angel Mendoza / Noticias, Voz e Imagen del Istmo

TEHUANTEPEC, Oaxaca.- Luego de dos años de pandemia de COVID-19, la capilla anexa a la Catedral de Santo Domingo de Guzmán abrió sus puertas a toda la congregación católica, para estar presentes en la renovación de votos de los sacerdotes durante la Misa Crismal y bendición de los Santos Óleos, oficiada por monseñor Crispín Ojeda Márquez, obispo de la Diócesis de Tehuantepec.  

Seminaristas, laicos, diáconos y religiosas de al menos 40 congregaciones católicas pertenecientes a la Diócesis tehuana se unieron a la profesión de fe de los sacerdotes, como parte de la Celebración Eucarística.  

En este acontecimiento solemne se consagró el Santo Crisma y fueron bendecidos los Santos Óleos, unos aceites que representan a los catecúmenos y a los enfermos. 

El Santo Crisma como los Óleos son para la Iglesia Católica instrumentos como signos de la salvación en la ministración de los sacramentos del Bautismo, la Confirmación, el Orden Sacerdotal y la Unción de los Enfermos, dijo el obispo Ojeda Márquez. 

Durante el acto litúrgico, los presbíteros renovaron sus promesas sacerdotales, mientras que los laicos lo harán el Sábado Santo, durante la vigilia pascual.  

Conforme al ritual católico fueron bendecidos tres tipos de aceites: el óleo de los catecúmenos (el que se prepara para recibir el Bautismo), el Santocrisma (el cual se pone después del Bautismo), y el óleo para la Unción de los nfermos. 

Como cada año, el Señor nos invita a contemplar a Jesús como el ungido, que según el evangelista San Lucas comenzó su ministerio en la sinagoga de Nazaret donde había crecido. 

En su mensaje, el obispo Crispín Ojeda Márquez exhortó a los consagrados a seguir el camino de Jesús, predicando con el ejemplo, sin diferencias de unos con otros, ya que, ante los ojos de Dios, todos somos iguales. 

El obispo aseguró que los sacerdotes tienen la obligación de administrar los sacramentos, consolar a los que sufren y animar a los pobres. 

“Nuestra tarea es hacer presente a Cristo, buena noticia para los pobres, libertad para los cautivos, luz para los ciegos y liberación de los oprimidos”. 

La Misa Crismal es una de las eucaristías más importantes de la Iglesia Católica. Allí participan la mayoría de líderes religiosos que integran el presbítero diocesano.