Pasar al contenido principal
x

Caso de menores ases!nados en el Istmo, prueba para las instituciones 

Foto(s): Cortesía
Gerardo Valdivieso Parada

JUCHITÁN, Oaxaca.- El Grupo de Mujeres 8 de Marzo condenó el asesinato de la niña y el niño hallados a un costado de la Carretera Juchitán – Asunción Ixtaltepec, por la vía del Canal 33, a unos metros del entronque en el puente de El Espinal.

“La Ley General de los Niños, Niñas y Adolescentes expresa el derecho a la vida, a la paz, a la supervivencia y al desarrollo; tienen derecho a que se les preserve la vida, a la supervivencia y al desarrollo; deberán disfrutar de una vida plena en condiciones acordes a su dignidad y en condiciones que garanticen su desarrollo integral; y tienen derecho a la paz, a no ser privados de la vida en ninguna circunstancia, ni ser utilizados en conflictos armados o violentos”, citó la organización.

La agrupación de mujeres exhortó a las autoridades competentes investigar y castigar con todo el peso de la ley, a los autores materiales e intelectuales “de estos crueles y cobardes decesos cometidos contra menores de edad en la población vecina de El Espinal”.

"Menos burocracias"

La activista zapoteca y madre de familia, Karina Regalado, opinó respecto a que ambos menores se les obligaba por parte de su padre y abuela a vender fritangas en restaurantes, bares y cantinas de la zona del Canal 33 a veces ya noche.

“Yo fui una niña que vendía lo que mi mamá hacía, nunca me pasó nada, entre los locatarios del mercado y tiendas me cuidaban, ya no son esos tiempos, la niñez de Juchitán y migrante ya no pueda estar así de expuesta”, dijo

“Ojalá que este hecho no quede impune, y sirva a esta primavera oaxaqueña en conducir hacia políticas sociales de acciones contundentes en beneficio de la niñez. Menos burocracias y fotos en el palacio y más activismo institucional en territorio”, demandó la abogada indígena.

De la explotación

Algunos padres de migrantes ya radicados en la ciudad obligan a sus hijos menores a pedir limosna o a vender chicles o globos en bares y cantinas o a limpiar parabrisas en el crucero. 

Desde hace más de dos décadas, niños indígenas provenientes de Chiapas identificados por vender en cajas de madera cigarros, fritangas, dulces y juguetes, trabajan vendiendo en fiestas, ferias, bares y cantinas; que son controlados por jóvenes de sus mismas comunidades y que también eran explotados por sus mayores.