SALINA CRUZ, Oaxaca.- Vecinos de la población de Huazantlán del Río, perteneciente al municipio de San Mateo del Mar, viven en la incertidumbre y en el olvido de las autoridades de procuración de justicia y defensoras de derechos humanos, al minimizar sus reclamos de justicia por la masacre perpetrada en junio del año pasado en esta localidad.
Mujeres ikoots entrevistadas, mismas que pidieron omitir sus generales, afirmaron que a nueve meses de la tragedia no hay avances en las investigaciones y reclaman la lentitud con la que la Fiscalía General de Justicia del Estado de Oaxaca (FGJO) y la Defensoría de los Derechos Humanos de los Pueblos de Oaxaca (DDHPO) han atendido, a su juicio, el tema.
Los hechos
Entre el día 22 y 23 de junio del 2020, 15 personas fueron asesinadas por un grupo armado, hechos que se perpetraron al amparo de la oscuridad y de una clara omisión de autoridades del orden policiaco y que a la fecha sigue impune, a pesar de los múltiples pronunciamientos de justicia que hicieron los gobiernos federal y del estado.
El preludio de la tragedia fue el 4 de mayo del mismo año, cuando el mismo grupo, aseguran pobladores, incendió casas y vehículos y asesinó al agente municipal suplente Filemón V, quien fue encontrado muerto dentro de una unidad de motor.
"La verdad no sé sabe nada del avance de las supuestas investigaciones que hizo la DDHPO, la FGJ, y hasta de la CNDH; en la población vivimos con el temor de que nos pase cualquier cosa, desde ser agredidas hasta de que nos puedan privar de la vida", dijo Marisol, joven mujer ikoots.
El trajín
La mujer que cursa sus estudios de nivel superior en Salina Cruz, sostuvo que ante el miedo y la incertidumbre por la falta de justicia, casi no sale de su domicilio en esa pequeña localidad y quien se encarga de la economía del hogar es su joven marido. Ella trabajaba hace algún tiempo, pero dejó de hacerlo desde que quedó embarazada para cuidar a su menor hijo.
Ha observado que el retén que originó el conflicto y cual se ubica en las cercanías de la localidad -que fue colocado bajo pretexto de ser un filtro sanitario a raíz de la pandemia-, continúa en el mismo lugar y las mujeres de las agencias que salen a ofrecer su mercancía al puerto de Salina Cruz, principalmente, tienen que transbordar, ya que no está permitido que las unidades de transporte público ingresen más allá, para eso están otras.
Sus familiares y conocidos que llevan su mercancía, tienen que caminar poco más de 100 metros para abordar otras unidades de transporte que los llevarán a ésta y otras localidades, dijo la mujer. Todavía hay ese recelo en la población de que suceda otra tragedia, ni la presencia de la policía y de la Guardia Nacional, nos permite regresar a la normalidad, puntualizó.
Ante la lentitud con la que avanzan las investigaciones y debido a la falta de resultados, los pobladores de Huazantlán del Río desconfían de las autoridades, a quienes tildan de omisas, lentas y corruptas, pues hasta la fecha no ha habido culpables de la matanza, y a lo que seguramente apuestan las diversas dependencias es al olvido de la memoria ikoots de lo que sucedió, cómo lo hacen siempre, opinó Marisol.
