JUCHITÁN DE ZARAGOZA, Oaxaca.- Son los encargados de impartir justicia en el beisbol tipo, son los ampayers quienes por el gusto de apoyar al deporte le entran al ruedo para cumplir con la encomienda de sacar avante los juegos de taladxi.
Motivo por el cual, desde que se crearon las Ligas de ésta disciplina se preocuparon por prepararse con el fin de hacer su trabajo de la mejor manera posible en éste juego que es propio de la raza zapoteca; motivo por el cual, toda charla con mánagers para las reglas de terreno de juego lo hacen en su lengua materna.
Antonio Flores Martínez, organizador el primer campeonato de Taladxi, señaló que encontró buena respuesta de las personas que solicitó apoyaran sancionando los partidos, para esto, se hizo un reglamento que deberían acatarse los equipos, garantizando la seguridad de los ampayers.
Fue quien marcó la pauta para que las Liga que promovieron éste deporte tuvieran su cuerpo de ampayeo.
Julio López Castillo, con 24 campeonatos realizados durante 22 años con la Liga Zapoteca de Béisbol Tipo Esponja, le permitió conocer los secretos de los ampayers para que llevaran a feliz término cada una de las temporadas.
“Cuando iniciamos en 1999, convocamos a los amigos para que se sumaran al cuarto de ampayeo, entre estos Javier Cuevas, Vicente “Chente Bongo” Orozco, David Baltazar, Luguer Orozco, Pedro Rui.
“Invité al profe Jorge Salinas para que impartiera pláticas sobre actualización de las reglas de ampáyer, era cada inicio de temporada para tratar de mejorar el trabajo, la personalidad, el uso del marcador de strikes y bolas, ayudó muchísimo, en el caso de Víctor Manuel Ruiz quien de aquí de la Liga recibió invitación para ir de ampayer en la pelota forrada”, mencionó.
Ángel Solórzano Sánchez quien tuvo a su cargo la Liga Xhavizende, reconoció el trabajo de los ampayers, entre estos Francisco Regalado “Chicu Benita”, Gerardo “Ta Guedxe”y su hijo Ciro, Cándido Luis, Jacinto Luis, quienes colaboraron aplicando en su momento el reglamento interno de la Liga, recalcó que sin ellos no habría juego de pelota.
Solórzano Sánchez vivió en carne propia ser ampáyer, “la responsabilidad que implica sacar adelante un juego es digno de reconocerse, ya que además de controlar las acciones sobre el terreno de juego, tiene que estar pendiente de todo lo que sucede alrededor del campo con los aficionados, afortunadamente cada uno cumplió con lo que le correspondía”.
